Esta
olea europea llegó a mi jardín en el año 2001. Lo que me atrajo en esos
momentos fue su corteza acorchada, sus
hojitas tan diminutas y además, el gran potencial de la planta.
La
primera intervención sobre este acebuche fue sobre su madera seca, sobre todo
en su zona alta. El ten-jin se trabajó
pensando en reducirlo para que ópticamente no fuese extremadamente pesado con
el tamaño futuro del bonsai.
Para
ello se ahuecó y se le hicieron oquedades, siempre continuando y mejorando el
movimiento. Además se continuó ahuecando la zona del tronco y su base. Este
trabajo se realizó en febrero de 2001.
Se
trasplantó y se abonó generosamente para que el vigor aumentara, con la idea de
poder trabajar sus ramas.
En
abril de 2002 se realizó un boceto sobre la idea que tenía en mente. Una vez
decidido me puse manos a la obra y alambré sus
ramas dándole un primer diseño.
En la
primavera de 2003 se trasplantó para que el vigor se mantuviese alto, y en
junio se volvió a trabajar y colocar sus ramas. También se trabajó el ten-jin
abriendo y ahuecando algunas zonas.
En
noviembre de ese mismo año observamos como va aumentando su copa.
En 2005
se cambió a un tiesto redondo de cultivo, y se priorizó el engorde de ramas
principales y aumento de ramitas.
Fotos 9-10
Desde
ese año y en una década hasta 2015, se le ha ido tratando con técnicas de
cultivo y formación específicas para esta especie, madurando y envejeciendo sus
ramas, su madera y corteza.
Pienso
que después de 15 años ha madurado suficiente y ahora seguiré cuidándolo sin
prisas, pero con constancia para que en años venideros llegue a ser un bonsái
con dignidad.