martes, 25 de agosto de 2015

RONIN

ACEBUCHE "RONIN"

Esta olea europea llegó a mi jardín en el año 2001. Lo que me atrajo en esos momentos fue su corteza  acorchada, sus hojitas tan diminutas y además, el gran potencial de la planta.
La primera intervención sobre este acebuche fue sobre su madera seca, sobre todo en su zona alta. El ten-jin se trabajó pensando en reducirlo para que ópticamente no fuese extremadamente pesado con el tamaño futuro del bonsai.





Para ello se ahuecó y se le hicieron oquedades, siempre continuando y mejorando el movimiento. Además se continuó ahuecando la zona del tronco y su base. Este trabajo se realizó en febrero de 2001.
Se trasplantó y se abonó generosamente para que el vigor aumentara, con la idea de poder trabajar sus ramas.
En abril de 2002 se realizó un boceto sobre la idea que tenía en mente. Una vez decidido me puse manos a la obra y alambré sus  ramas dándole un primer diseño.



En la primavera de 2003 se trasplantó para que el vigor se mantuviese alto, y en junio se volvió a trabajar y colocar sus ramas. También se trabajó el ten-jin abriendo y ahuecando algunas zonas.


En noviembre de ese mismo año observamos como va aumentando su copa.


En 2005 se cambió a un tiesto redondo de cultivo, y se priorizó el engorde de ramas principales y aumento de ramitas. 
Fotos 9-10


Desde ese año y en una década hasta 2015, se le ha ido tratando con técnicas de cultivo y formación específicas para esta especie, madurando y envejeciendo sus ramas, su madera y corteza.



Pienso que después de 15 años ha madurado suficiente y ahora seguiré cuidándolo sin prisas, pero con constancia para que en años venideros llegue a ser un bonsái con dignidad.



miércoles, 15 de abril de 2015

DEMOSTRACIÓN EN ALCOBENDAS (Madrid)




En el año 2008 se celebró en Madrid el concurso del Museo de Alcobendas, con un gran éxito de participación y calidad en todas sus piezas. En esta edición se nombraron obras maestras y diferentes premios por el maestro invitado sr. Kobayashi.

Además realizó varias demostraciones de bonsái, a las cuales tuve el honor de asistirle junto con Hiroyuki, amigo y alumno japonés.

 

En esta ocasión se trabajó un pino rojo, muy alto y de doble tronco. Su corteza excelente, y en general con mucho vigor.

Tras su estudio se decidió bajar su altura, creando en su ápice un tenjin, lo cual le añade un toque de dramatismo. Seguidamente se puso en la rama más alta rafia para que al doblar o plegar no dañe su corteza.





 

El maestro comenzó a poner alambre de mayor grosor, para poder posicionar las ramas fuertes.


 

Se limpió todas las agujas viejas, se podaron las ramas y ramitas que no fuesen a servir para el diseño general y se terminó de alambrar.


 

Se extrajo toda la corteza en las zonas que realizamos maderas muertas y se finalizó de colocar todas las ramas.






El resultado final fue excelente, un bonsái con gran dramatismo y carácter, que trabajándolo  con amor podrá ser un bonsái con mucha dignidad.